La Luna se encoge y eso hará que los terremotos sean muy peligrosos para los futuros asentamientos humanos

La deformación contraccional y la sismicidad asociada son fenómenos que se presentan en las regiones del polo sur lunar debido a las tensiones globales a las que están sometidas.

La Luna se achica y se hace peligrosa

El estudio publicado en la revista científica The Planetary Science Journal el pasado 25 de enero destaca que las regiones del polo sur lunar están sujetas a tensiones globales que generan deformación contraccional y sismicidad asociada. Esta deformación se manifiesta principalmente a través de ásperos declives del terreno y zonas con fallas de empuje, fenómenos que se han observado en diversas partes de la Luna, incluidas las regiones polares.

La investigación sugiere que la vida en la Luna podría ser más peligrosa de lo que se pensaba, ya que se ha demostrado que la sismicidad es elevada. Se ha identificado un pequeño grupo de escarpas lobuladas en la región de aterrizaje candidata de Artemis III, conocida como Gerlache Rim 2. La formación de la mayor escarpa de Gerlache, ubicada a menos de 60 km del polo, podría haber sido el origen de uno de los terremotos lunares superficiales más intensos registrados por la Red Sísmica Pasiva Apolo. Esta escarpa se encuentra dentro de un área de epicentros reubicados para este evento específico, según un estudio previo.

Corrimientos de tierra

La modelización indica que un terremoto lunar poco profundo con una intensidad del orden de Mw ∼5.3 pudo haber formado la escarpa de la falla de empuje lobulada. El equipo de investigadores, compuesto por científicos de la Universidad de Maryland, ha simulado la aceleración máxima del terreno generada por un evento de este tipo y ha encontrado que se esperan sacudidas del terreno de fuertes a moderadas a una distancia de al menos 40 km desde la fuente, mientras que las sacudidas de moderadas a leves pueden extenderse más allá de los 50 km. Los modelos de estabilidad de las laderas en la región polar sur sugieren que la mayoría de las laderas empinadas del cráter Shackleton son propensas a deslizamientos de regolito (fragmentos de rocas).

Una ligera sacudida sísmica puede ser suficiente para desencadenar deslizamientos de regolito, especialmente si el regolito tiene baja cohesión. Es importante considerar la posibilidad de que ocurran movimientos sísmicos intensos debido a fallas de cabalgamiento activas al preparar y ubicar puestos de avanzada permanentes, ya que esto podría representar un peligro para futuras operaciones de exploración.

Larga duración

Durante los últimos cientos de millones de años, la Luna ha experimentado una pérdida de más de 45 metros alrededor de su centro debido a la formación de fallas en su superficie. Esta deformación se produce cuando partes de la corteza lunar se empujan unas contra otras, debido a la fragilidad de su superficie. Este fenómeno está causando cambios significativos en la superficie lunar, especialmente cerca del polo sur, donde la NASA planea aterrizar la misión Artemis III.

Similar a la Tierra, los terremotos lunares poco profundos son causados por fallas en el interior de la Luna y pueden ser lo suficientemente intensos como para dañar estructuras construidas por el hombre, como edificios y equipos. Sin embargo, existe una diferencia notable y preocupante entre los terremotos terrestres y los lunares: mientras que los terremotos en la Tierra suelen durar solo unos segundos o minutos, los terremotos lunares poco profundos pueden prolongarse durante horas e incluso toda una tarde.